La gran noticia del fin de semana, además del ascenso de Cerrito y del no descenso de Tacuarembó, fue la gran victoria de River ante Nacional. Jugando el fútbol que le gusta al hincha darsenero: toque, fútbol, juego en velocidad y todas esas jugaditas que se practicaban, en otras épocas, con el propio JR. Es que la criatura que él mismo creó se volvió en su contra, lo mordió y arañó, como el Muñeco Gallardo, en su momento, a Abbondanzieri.
Pero no es ese hecho en particular el que analizaremos en estas líneas, sino la increíble efectividad de los veteranos. El Chino Recoba anotó para Danubio, al igual que su cuñado Diego Perrone. En River, Franco entró muy bien, el Cacique Medina fue la figura de la cancha con dos goles y luego, con un toque magistral, hasta hizo un gol...¡Petete! Sí, Fernando Correa, el que muchos creían retirado pero no: con su panza y todo, sigue dando lucha.
Como Mónica Farro, como Guidone, como Iliana Calabró o, por qué no, Moria Casal, hay jugadores que se alcanzan su mejor momento con los años. Se afinan, maduran; se ponen tetas o aprenden a definir con aplomo y categoría.
Por eso, si el sábado fue el día de los veteranos, qué decir del domingo: Diego Alonso, el eterno y vendehumo atacante consiguió el agónico gol de la victoria aurinegra, demostrando que viejos, viejos, son los trapos y los hinchas de Central y de Wanderers.
Pero por si estas demostraciones de conservación no son suficientes, hagámosle un lugar en el podio de los que hoy la rompen en primera y mañana manejarán repartos de cattivelli al interminable Jorge “Loco” Contreras, que le atajó un penal a Agustín Viana-ok, tampoco se lo pateó Robben, pero vale- y sigue siendo la figura de su deslucido Racing.
Con jugadores así rompiéndola, muchos se lamentan del prematuro retiro del Pelado Peña, y piensan, por qué no, que el Gabi Cedrés podría estar rompiéndola, aún, en alguna murga de primera división. Pero a todos los defensores acérrimos de los jugadores experimentados, les recordamos que, con su presencia, estos jugadores también taponean a los chiquilines. ¿Cuándo, si no, podrían haber emergido valores como Pablo Caballero, el lateral-volante tricolor, Pablo Difiori, que la rompe en el banco de El tanque y emergió en Defensor a pesar de De Souza, o el pibe Albín, futuro valuarte de la celeste, o Enzo Scorsa?
Por eso, debemos apostar a los viejos solo en caso de extrema necesidad, de estar en el horno.
Como ahora.
FUENTE: www.quenonino.com.uy
Es frecuente ver por la Ciudad Vieja el constante caminar de las personas por la peatonal: gente que va a su trabajo, turistas recorriendo los escaparates y la feria de artesanos. Estos no hacen más que dirigirse a un lugar específico para cumplir su rutina semanal y en caso de algún imprevisto con otra persona no es más que para hacer las típicas preguntas: ¿Cuánto sale...?, ¿Dónde queda...? entre otras tantas preguntas que no dejan de ser la misma cosa (buscar referencias o comprar alguna cosa). En eso se resumen las conversaciones de las personas durante el día, eso si se logra tener uno de esos imprevistos que nos hagan hablar.
El hombre yacía en el suelo su rostro había golpeado el asfalto y una línea roja hacía un recorrido hasta llegar hasta la boca de tormenta, las personas se levantaron, aliviadas de lo sucedido fueron a mirar al hombre, es difícil de explicar la cara de asombro que pusieron cuando vieron que quien pensaban que estaba muerto trataba de levantarse, levanto su rostro unos centímetros del asfalto alguien se acercó y puso una almohada, luego se desplomó, rodeado de gente observaron cómo reposó su cabeza. Miré esa escena y recordé que aquel hombre no hizo más que una súplica con sus palmas abiertas hacia el cielo, enseguida se me fue esa reflexión, seguí caminando, ya estaba en el trabajo, y el encargado pregunto "¿por qué tardo?", a lo que solo respondí "un percance... nada serio".
Pero no es ese hecho en particular el que analizaremos en estas líneas, sino la increíble efectividad de los veteranos. El Chino Recoba anotó para Danubio, al igual que su cuñado Diego Perrone. En River, Franco entró muy bien, el Cacique Medina fue la figura de la cancha con dos goles y luego, con un toque magistral, hasta hizo un gol...¡Petete! Sí, Fernando Correa, el que muchos creían retirado pero no: con su panza y todo, sigue dando lucha.
Los secretos que yo conozco
El sábado por la noche pasado, sabiendo el repertorio pero habiéndolo olvidado, haciendo una especie zapping por nuestro pobre servicio de cable ombuense, me encontré en el canal 12(la tele) con la pelea de boxeo entre la uruguaya Cris Namús y la española Loly Muñoz…ya había pasado el primer round de los diez que serian y estaba todo pronto para iniciar el segundo. Al dar inicio este se mostró una pelea polarizada hacia el lado de la uruguaya, esta dominaba y se veía una española muy venida a menos, muy pobre sobre el ring, y decían los comentaristas que el segundo round estaba siendo una réplica del primero y que Cris se perfilaba para dar punto final a la pelea con un KO en los próximos rounds, ya que su juventud le permitiría mantenerse vigente por muchos minutos más frente veterana española.
Prontamente el palacio se vació, el apoyo se vio defraudado, no era la localía la que había ganado, era un fraude local. Le dan el cinturón a Crís y los periodistas al entrevistarla no sabían para dónde agarrar, ellos sabían que la ganadora había sido la española, incluso se notaba la cara de tristeza cómplice de los familiares de la uruguaya que la “felicitaban”…y lo peor era que Cris lo sabía, pero defendía su victoria, defendía lo indefendible, defendía la paliza de su vida, ganar así no es ganar.
